EL NIÑO QUE SE INVENTO JALOGÜIN
Riki era un niño despierto y feliz que vivía en una preciosa casa en el campo.
Iba a la escuela y le encantaban las matemáticas.
Pero tenía una extraña enfermedad, que solo le aparecía en el mes de Octubre. Cuando llegaba Octubre, Riki, soñaba todos los días con dulces menos el día 31, que soñaba con fantasmas y ese era su mejor regalo de cumpleaños.
_Mamá cuando llegaba al colegio se había convertido en el colegio de chocolate, todo lleno de chuches por todas partes, las puertas eran tabletas de chocolate, en la clase los profesores comían chicle y hacían globos que les explotaban en la cara. ¡Qué empacho! (contaba Riki cada día uno de sus empalagosos sueños a su madre).
_Para desayunar hazme un bocadillo de jamón, no quiero ni leche.
Riki se sentía un poco diferente porque cuando contaba esto a sus amigos decían: _ ¡Jo me pasaría un día entero comiendo chuches! Seria guay pasar por la casa de los amigos y coger un trozo de la puerta de chocolate, o coger flores de galleta con glasa de colores
Para Riki esta clase de sueños eran pesadillas, aborrecía todo lo dulce, incluso en su cumpleaños, la tarta era una tarta vegetal que su madre le hacía con tomate, atún y mahonesa. Eso sí, bien decorada.
Sus padres le han llevado a toda clase de especialistas, y solo le dicen _ Se le pasará cuando sea mayor_
Lo extraño era que solo le pasaba en Octubre, pero claro el empacho le duraba todo el año.
Imaginar que durante treinta días soñáis que abres el grifo del baño para lavarte la cara y salen natillas, que nieva merengue, que la piscina no tiene agua sino chocolate con leche, que no existe el jamón, solo nubes de colores, que las farolas son piruletas que el granizo son caramelos; tiene razón Riki ¡que empacho!
Pero un día de Octubre, en su sueño apareció una bruja hermosa, _Riki yo sé cómo ayudarte. Como a todos los niños les gustan los dulces y a ti te encantan los fantasmas; les vas a proponer a tus amigos que se disfracen de fantasmas, monstruos y brujas; que vayan a tu casa para celebrar tu cumpleaños y lleven una bolsa. Cuando llamen a la puerta les llenarás las bolsas de dulces, y saldréis todos disfrazados por la calle y así nunca más soñarás con dulces.
_ ¡Eso sería Jalologüin! Jalogüin era una palabra que se había inventado para decir que era divertido.
Y así fue desde entonces cada 31 de octubre Riki prepara su fiesta se disfraza terroríficamente, y espera que llamen a la puerta. Lo mejor es que se popularizó entre los vecinos y decidieron que ese día se disfrazarían todos de fantasmas, brujas, y los niños del pueblo llamarían a sus puertas y les llenarían las bolsas de dulces.
Esta fiesta se popularizó en los pueblos de alrededor y así pasaron los años y cada vez más ciudades celebran esa fiesta de fantasmas y dulces que se llama Jalogüin.
Ya estoy preparando toda clase de dulces y cositas para decorar una mesa, para una merienda ¡JALOGÜIN!
FELIZ FIN DE SEMANA.